La producción de productos y servicios a unos precios competitivos que satisfagan las necesidades humanas y proporcionen calidad de vida, a la vez que se reducen progresivamente las consecuencias ecológicas y la utilización de numerosos recursos durante el ciclo de vida, a un nivel equivalente, por lo menos, al de la capacidad estimada del planeta.
Es nuestro propósito la optimización en la utilización de los recursos naturales, minimización del consumo de energía, de materias, de agua, aumentando el reciclaje y durabilidad de los productos.
La reducción del impacto medioambiental en la generación de residuos y de sustancias tóxicas.
La prolongación de la durabilidad de los productos suministrados y la reducción de la intensidad energética de los servicios prestados. En España se ha duplicado el consumo de energía en las dos últimas décadas, creciendo un 6% anual, pero el bienestar social no se ha incrementado en igual medida, ni tampoco la calidad de vida.